Entras sin llamar;
no te esperaba y el azar
como una trampa te tendi�
en mi camino.
Yo nada ped�
y presumia de vivir
en la contemplaci�n,
en el deleite del placer,
en la ansiada calma.
T�,
boca que es tenue luz,
t�nel de amor,
lodo traidor
que me haces resbalar
entrelazado a ti,
no quieras m�s,
m�s no te puedo dar.
P�jaro espino, p�jaro sol,
imploro tu favor, pido protecci�n,
que su antojo lima mi d�bil voluntad.
Golpea en el yunque de mi obsesi�n,
golpea y golpea que forjar�s
ese metal precioso que es la serenidad.
Tira otra piedra, que has de ayudar,
piedra sobre piedra he de levantar
el dique que frene el br�o de su amor.
Crece, florece, crecido est�s. al brote de tus tallos reverdeceras,
�rbol de laurel que el invierno adormeci�.
T�,
vana presencia.
rosa en el ojal,
artificial,
nunca marchites.
Soplo de ausencia muero por verte,
muero de amor.
Rasga la trama,
que el aire va
surcando la saeta que el blanco err�
y que surcan las esquirlas de mi pedregal.
Tira otra piedra, que has de ayudar,
piedra sobre piedra he de levantar
el dique que frene el br�o de su amor.